-¿Por qué no?
-No, si no me refiero a eso, espera un momento aquí.
Las clases extras me iban muy bien, había subido mucho la
nota en el último examen de mates. Tanto que un día la profesora se había
acercado a mi sitio mientras entregaba los exámenes y con cara de sorpresa, me
dijo entregándome el mío:
-¿Seguro que no copias, señorita Chavanel?
-Seguro-respondí cogiéndole el examen para ver un
hermosísimo ocho; mi primer ocho, ¡SÍ!
No me apetecía dejar las clases, Jose me ponía de buen
humor, más que un profesor lo veía como un amigo.Cogí el diario de mi habitación con ansia y bajé a
enseñárselo a Jose.
Estábamos haciendo un descanso cuando me comentó algo
de una de las revistas que habíamos pillado en revistero a rebosar de cotilleos
de mi abuela. En la portada salía el último exitazo de la música: Dean Blue.
Miles de adolescentes, tanto chicos como chicas
escuchamos a diario sus canciones. Yo me sé de memoria su canción preferida:
Shakespear love.
-Mira, para que luego digas que soy raro por dormir con
mi osito asesino.
-Te aseguro que yo no le veo nada de asesino.
-Sí, lo que tú digas… bueno, que uno de los secretos
que ha contado en esta entrevista, Dean Blue cuenta que ha perdido un diario
que le regaló su abuela para que escribiera cuando tuviera malos momentos.
-Ummm… que curioso.
-Dice que su
abuela esperaba que su nieto primogénito fuera chica, y que aunque no fue así
se lo regaló igualmente.
-Jajajaja… ¿te pasó lo mismo a ti con el osito ése
taaaaan mono con el que duermes?-pregunto con retintín.
Me lanza el cojín que inicia una pelea descontrolada.
Hasta que tropiezo y me caigo en el sofá, preparada
para recibir el golpe de mi derrota: entonces lo veo. En la portada de la
revista donde está la entrevista de Dean Blue, hay una foto de un cuaderno
viejo, un cuaderno que me suena, un cuaderno que está buscando Dean Blue, el
famoso cantante, un cuaderno que tengo yo.
Cuando bajo, Jose me mira desconcertado.
-¿Pero a ti que te ha picado?
-¡¡Mira!! ¡¡Es el diario de Dean Blue!!
-¿A ver?-dice cogiéndolo.
Le acerco la revista para que compare la foto del
diario con el real.
-Madre mía… ¿lo has robado?
-¡No! Me lo encontré tirado en un banco.
-¿Y qué vas a hacer con él?
-Pues devolverlo, supongo.
-¡¡¿¿Tú estás mal??!!
-Pues no.
-¡Por ese diario puedes sacar un montón de dinero!
Dios, que tío.
-Ya, pedir dinero a cambio es lo que harías tú, pero yo
no soy así.
-Por lo menos pide algo a cambio, no dinero pero
estaría bien algo como un disco firmado o entradas para su próximo concierto.
-Claaaaaro, para que te invite a ti, ¿no?
-Soy más de Heavy pero si insistes.
-Jajajajaja…
-Bueno, al menos piénsalo.
-Vale, pero si me dejas un disco tuyo de heavy.
-Hecho.
Después de cenar fui a revisar si me quedaban deberes,
pero ya había terminado todo. Después de contarle a Nora y Anette lo de mi
hallazgo, cogí el diario y le eché un vistazo. La primera página estaba en
blanco, pero tenía varias fotos pegadas de diferentes paisajes, me sonaban de
algo pero no los reconocí hasta que vi una pequeña frase al pie de la página: Donde las historias nunca escritas se
sintieron y luego se vieron.
Entonces caí en la cuenta.